SANTO TORIBIO DE LIÉBANA




A LOS PIES DE LOS PICOS DE EUROPA

Santo Toribio de Liébana es un monasterio franciscano situado en el municipio de Camaleño y próximo a Potes, en la comarca cántabra de la Liébana. Alberga obras del Beato de Liébana así como una reliquia del Lignum Crucis, que, en este caso, es el trozo más grande conocido de la cruz donde murió Jesucristo. Su Puerta del Perdón se abre al comienzo de cada año Jubilar Lebaniego para recibir a los peregrinos.
Junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, es uno de los lugares santos del Cristianismo. Fue declarado Monumento Nacional en agosto de 1953.
Junto al monasterio se encuentran la Cueva Santa (de estilo prerrománico), las ruinas del santuario de Santa Catalina, la ermita de San Juan de la Casería (siglo XVI) y la ermita de San Miguel siglo XIII).
El monasterio se ubica en la ladera norte de la sierra de la Viorna y o habitan un número reducido de monjes franciscanos.
El 2 de mayo se celebra la fiesta de La Santuca, una fiesta que ya existía en el siglo XV y en la cual una talla de la Virgen María es llevada en procesión desde Aniezo, a unos quince kilómetros, hasta Santo Toribio, donde está durante unas horas y luego se lleva de vuelta.
En el año 2015, en la aprobación por la UNESCO de la ampliación del Camino de Santiago en España a “Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España”, fue incluido como uno de los bienes individuales del camino de Liébana.

HISTORIA
El origen del monasterio es oscuro. Durante el reinado de Alfonso I, éste repobló la Liébana en una etapa temprana de la Reconquista, a mediados del siglo VIII. La primera referencia del monasterio de Turieno, bajo la advocación de Santo Toribio, data de 1125. Su fundación es atribuida a un obispo de Palencia del siglo VI llamado Toribio, el cual se retiró junto con algunos de sus acólitos para seguir una vida de acuerdo con la regla benedictina. En un primer momento, al ser fundado el monasterio fue consagrado a San Martín de Turieno, para cambiar a Santo Toribio de Liébana posteriormente.
Muy probablemente durante el siglo VIII el cuerpo de otro obispo, Toribio de Astorga, fue trasladado al monasterio junto con las reliquias que se cree había traído de Tierra Santa. La más importante de estas reliquias es el Lignum Crucis, el trozo de la cruz de Cristo más grande que aún perdura según la Iglesia Católica. Por ello, el 23 de septiembre de 1512 el Papa Julio II otorgó mediante bula, el privilegio de celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que hace del monasterio un importante centro de peregrinación, siendo uno de los lugares más importantes del catolicismo romano en Europa, junto a otros importantes lugares como Roma, Santiago de Compostela, Caravaca de la Cruz y Asís.
El monasterio fue además el lugar donde en el siglo VIII el monje Beato de Liébana escribió e ilustró sus libros, entre los que destaca el de Comentarios al Apocalipsis. El monasterio fue originalmente una posesión real, pero fue donado por Alfonso VIII a los condes don Gómez y doña Emilia, los cuales lo entregaron al monasterio de San Salvador de Oña (Burgos), junto con otras propiedades en Liébana y en provincias vecinas. En 1837, la comunidad monástica tuvo que abandonar forzosamente el convento tras la polémica desamortización eclesiástica de sus bienes, pero fue refundado en 1961.

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
El edificio más importante es la iglesia, de estilo gótico, cuya construcción empezó en el año 1256, aunque se ha remodelado varias veces desde entonces. Fue construida sobre un edificio prerrománico y románico (quizá de estilo asturiano o mozárabe). El templo sigue las directrices del gótico monástico de influencia cisterciense, con la claridad de líneas y de espacios, y la sobriedad decorativa que caracteriza a la arquitectura de San Bernardo.
La iglesia tiene planta rectangular, que proporciona un espacio diáfano, con tres naves y una torre prismática al pie de la central, más ancha y tres ábsides poligonales. Su fachada es similar a la de la abadía de los Cuerpos Santos, la actual catedral de Santander. No obstante han desaparecido construcciones que cerraban el atrio y proporcionaban un aspecto más recoleto al monasterio.
Sus puertas en el muro meridional son de estilo románico y posiblemente anterior al interior del edificio. La puerta principal, la Puerta del Perdón, sólo se abre en cada Año Jubilar, cuando el día de Santo Toribio coincide en domingo.
El Lignum Crucis está recogido en una capilla abovedada de estilo barroco diseñada en 1705 por Pedro Martínez de Cardeña, en el muro norte de la iglesia, vigilado por una efigie del fundador de la capilla, Francisco Gómez de Otero y Cossío (1640-1714), Inquisidor de Madrid y arzobispo de Santa Fe de Bogotá, el cual nació en esta localidad. El claustro se terminó de completar en el siglo XVII, actualmente recoge una exposición en forma de miniaturas sobre los Comentarios del Apocalipsis. La cúpula presenta un gran trabajo de cantería con una notable elaboración y con una decoración profusa de guirnaldas, amorcillos y una representación de los evangelistas. En las hornacinas de la iglesia se pueden ver diferentes esculturas de apóstoles y santos.

EL JUBILEO
El Año Jubilar comienza el año en el que la festividad de Santo Toribio, el 16 de abril, coincide en domingo. La reliquia se cree que llega a Liébana probablemente en el siglo VIII. Desde ese momento la reliquia empieza a ser conocida y venerada. Fue en el siglo XVI, cuando los Papas Julio II y León X instauraron el jubileo con una indulgencia plenaria. La Puerta del Perdón se construyó al instaurarse el jubileo por los Papas. En 1967 el Papa Pablo VI amplió el plazo para ganar el jubileo durante un año.

COFRADÍA DE LA SANTA CRUZ
Fue creada en 1181 por los obispos de León, Palencia, Burgos y Oviedo para resurgir el monasterio que se encontraba en un periodo de crisis. Se denominó en un primer momento Cofradía de Santo Toribio, pero cuando se instauró el jubileo pasó denominarse Cofradía de la Santa Cruz. El 3 de mayo se celebra su fiesta.

LA VEZ
Esta costumbre antiquísima se pierde en la tradición popular y su origen es incierto. Dos hombres de cada pueblo van a venerar la cruz un día de la semana según la vez. Antiguamente la gente salía de casa de madrugada en ayunas e iban en peregrinación hasta el monasterio durante toda la noche.

SENDEROS HASTA SANTO TORIBIO
Al ser un lugar de peregrinación, el monasterio de Santo Toribio es el punto final de varios senderos de pequeño recorrido que llegan al mismo desde los distintos puntos cardinales.
·         Desde el Noreste: PR-S.3. llamado Camino de Arceón, que parte del Colláu Joz, entre Lamasón y Peñarrubia, pasa por Cicera, sube al collado de Arceón y baja a Lebeña, para seguir después por Castro-Cillorigo, Potes y llega al monasterio de Santo Toribio. En total, son 24 kilómetros.
·         Desde el Este: PR-S.4 Camino de Pesanéu, que parte de Lafuente (Lamasón), y llega Santo Toribio después de recorrer 33,5 kilómetros.
·         Desde el Sureste: PR-S.5. Camino de Piasca, que parte de Pesaguero y recorre 23,5 kilómetros.
·         Desde el Suroeste: PR-S.6. Camino del valle de Cereceda, desde Bores en Vega de Liébana hasta Santo Toribio, recorriendo 17 kilómetros.
·         Desde el Oeste: PR-S.7. Camino de Valdebaró, que parte de Fuente De (Camaleño) y llega a Santo Toribio después de recorrer 22 kilómetros.
·         Desde el Noroeste: PR-S.8. Camino del Duje, que parte de Sotres (Asturias) y recorre 25 kilómetros.

BEATO DE LIÉBANA
Fue un monje mozárabe del monasterio de San Martín de Turieno (actualmente monasterio de Santo Toribio de Liébana) en las estribaciones de los Picos de Europa.
Su obra más conocida  es el Comentario al Apocalipsis de San Juan, de gran difusión durante la Alta Edad Media, debido a su trabajo en el campo de la teología, política y geografía.
Algunas fuentes no del todo fiables aseguran que el Beato se retiraría posteriormente al monasterio del Valcavado en Palencia, donde sería nombrado abad -según Alcuino de York-, y finalmente encontraría la muerte.
En Cantabria, así como en Asturias, sienten una gran devoción por Santo Toribio de Liébana.
De indudable autoría del Beato es el Apologeticum adversus Elipandeum, una obra en dos volúmenes que escribió con Eterio de Osma, para enfrentarse a la herejía adopcionista del arzobispo de Toledo, Elipando.

Frente a los Picos de Europa y rodeado de altas cumbres cubiertas de pastos que dominan bosques de hayas y robles, los cuales descienden hasta fundirse con alisos y chopos en las riberas de los arroyos, el monasterio de Santo Toribio de Liébana aguarda al viajero, o quizá mejor sea llamarle peregrino, para envolverle con su exuberante paisaje y convertir su visita en una experiencia inolvidable.

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