NUEVA ORLEANS



EL MISSISSIPPI A RITMO DE JAZZ


Louisiana es un estado fascinante, de cultura criolla y cajún, encantadoras ensenadas donde el musgo negro cuelga de frondosos robles y cipreses, y sinuosas carreteras que serpentean hacia las elegantes mansiones de las plantaciones que permanecen en pie desde antes de la guerra civil. Además, por supuesto, Louisiana también es Nueva Orleans, cuna del jazz y centro gastronómico del sur.
A través de todo el estado fluye el Old Man River, el poderoso río Mississippi, que ha configurado la historia de Louisiana y sigue siendo una fuerza vital en la vida del estado. El famoso río en el que llegó a nadar Tom Sawyer, el personaje creado por Mark Twain.
Ubicada al sureste del estado, Nueva Orleans es el principal puerto del río Mississippi y el séptimo mayor del país. Ciudad multicultural, con especial influencia africana, latinoamericana, española y francesa.
El encanto de las gentes de este rincón de los Estados Unidos se refleja tanto en el trato con los visitantes como en sus tradiciones y su música. En Nueva Orleans nació, aunque nadie recuerde ya la fecha exacta, el primer grupo de jazz.
Eventos como el Mardi Gras, Jazz Festival y el Sugar Bowl (tazón de azúcar), mantienen a la ciudad como un especial destino turístico. Aquí nacieron músicos de jazz como Louis Armstrong, Wynton Marsalis y Harry Connick Jr., o el vocalista de Heavy Metal Phil Anselmo. También fue la cuna de escritores famosos como Tennesse Williams, Anne Rice, Sherrilyn Kenyon y John Kennedy Toole.

UNA JOVEN HISTORIA
Nueva Orleans fue fundada en 1717 por colonos franceses dirigidos por Jean Baptiste Lemoyne, señor de Bienville, quien dio al asentamiento el nombre de La Nouvelle-Orleans. El lugar para la fundación de la ciudad, cabecera de la colonia, fue elegido por ser la planicie del delta del río Mississippi, a fin de crear una ruta de comercio con los nativos americanos que fijaban sus tiendas entre el río y el lago Pontchartrain. Nueva Orleans se convirtió en la capital de la Louisiana francesa en 1772.
En 1763, Francia decidió compensar a su aliada España por los servicios que ésta le prestaba frente al común enemigo inglés. Así pues, tras la pérdida temporal de La Habana y Manila a manos de los ingleses, Francia cedió el territorio de Louisiana al Imperio español en cláusula secreta al tratado de París. El primer gobernador llegó en 1766 y se trataba entonces del geógrafo Antonio de Ulloa, quien sufrió el absoluto rechazo de la población, al creer erróneamente que los españoles venían a cambiar sus usos y su lengua; a Ulloa le sucedió Alejandro O’Reilly, bajo cuyo mandato un grupo de colonos franceses, contrarios a las restricciones comerciales de la nueva metrópoli, se rebeló contra el gobierno español. O’Reilly siguiendo órdenes de Madrid, reprimió enérgicamente la revuelta, nada menos que decapitando a los cinco principales sediciosos. Tras este suceso, la tranquilidad fue absoluta a lo largo de todo el periodo español.
El clero y los administradores españoles enviados a la colonia fueron escogidos de entre una clase ilustrada y bilingüe, a fin de congraciarse con una población reacia a la transferida soberanía.
La ciudad sufrió grandes epidemias de fiebre amarilla, malaria y viruela. La última de ellas a principios del siglo XX. España cedió los derechos de uso del puerto a los Estados Unidos, lo que trajo un considerable auge comercial a la ciudad. En 1801, rescindido el pacto borbónico entre Francia y España, Napoleón decidió unilateralmente la retrocesión de la Louisiana a Francia. La noticia sólo se hizo pública en 1803, al mes de saberse, el gozo de los residentes franceses se trocó en consternación, pues también se dieron cuenta de que la inmensa colonia, incluida su hermosa ciudad, era vendida a la joven república norteamericana. En aquella época Nueva Orleans tenía una población de unos 10.000 habitantes.
La naturaleza multicultural de Nueva Orleans es característica principal de la ciudad. Creció rápidamente en el siglo XIX con la influencia de las culturas española, hispano-americana, francesa y norteamericana, así como por la inmigración de colonos franceses y sus esclavos al huir de la revuelta independentista de Haití. Durante la guerra Anglo-Estadounidense en 1812, los británicos intentaron conquistar la ciudad, pero fueron repelidos por las fuerzas lideradas por Andrew Jackson.
La población se duplicó en los años 1830 llegando a tener 102.000 habitantes en 1840, convirtiéndose en la cuarta ciudad de los Estados Unidos y la más grande del sur del país.
Nueva Orleans fue la capital de Louisiana hasta 1849 y entre 1865 y 1880. La importancia de su puerto la convirtió en punto de comercio de los esclavos destinados al sur de Estados Unidos. Al mismo tiempo era la ciudad con mayor número de ciudadanos afro-americanos libres. Durante la Guerra de Secesión fue capturada por las fuerzas de la Unión sin mayor resistencia y no sufrió la destrucción de la guerra del resto del sur del país

GEOGRAFÍA Y CLIMA
Louisiana tiende a ser húmeda la mayor parte del año, con cálidos veranos, inviernos frescos y tibios días y noches que invitan a la tranquilidad. La temperatura sube en verano hasta un promedio de 32ºC y en invierno baja a unos 18ºC.
Casi todo el perfil de Louisiana es bajo, con colinas cubiertas de pinos, en el norte, y llanuras y pantanos aluviales en el sur. El agua es la característica física predominante del estado. Además del Mississippi, los ríos Ouachia y Red siguen su sinuoso curso hacia el sur y una veintena de ensenadas contienen aguas que fluyen con lentitud. Al sur de Nueva Orleans, el Mississippi forma un delta que se ramifica en muchos afluentes antes de llegar al golfo de México.
Siempre se ha tenido en cuenta el riesgo de huracanes, pero dichos riesgos son considerablemente mayores en la actualidad, debido a la erosión de las costas por la interferencia humana. Desde el comienzo del siglo XX se ha estimado que Louisiana ha perdido 5.000 kilómetros cuadrados de las costas (incluyendo muchas de sus islas de barrera), que anteriormente protegía a la ciudad de las marejadas.
Los huracanes constituyen una amenaza grave para la zona y la ciudad está particularmente en riesgo debido a su baja altitud, y debido a que está rodeada de agua por el norte, el este y el sur.
La ciudad cuenta con muchos parques y extensas áreas verdes; el City Park o Parque de la Ciudad es el más famoso y el sexto parque más visitado de todo Estados Unidos. Este parque también es un 50% más grande que el propio Central Park de la ciudad de Nueva York.
Otros parques, entre los más importantes, son el Lafayette Square, Louis Armstrong Park, Jackson Square, Behrman Park, Palmer Park, Duncan Plaza.
Los residentes de habla francesa se clasifican en dos grupos: los criollos, que habitan principalmente en Nueva Orleans, y los cajún que viven en la región. pantanosa. La composición racial y étnica de la ciudad es de un 60,2% de afro-americanos, 33% de blancos y 2,9% de asiáticos. También hay chinos, filipinos, coreanos, etc.

CULTURA
Nueva Orleans es uno de los lugares favoritos del país cuando se busca entretenimiento y buena mesa, y goza de legendaria fama por el jazz y su cocina distintiva.
Históricamente, ha sido la entrada principal a la gran vía fluvial del rio Mississippi que ha dado vida al comercio en el interior del país.
La ciudad también es conocida por su cultura criolla, por la práctica del vudú por parte de algunos de sus residentes negros, aparte de por su música, arquitectura, gastronomía y por sus fiestas.
Muchos visitantes consideran a Nueva Orleáns como una ciudad de esparcimiento y la asocian a la frase Laissez les bontemps rouler, o lo que es igual “Dejad que los buenos momentos duren”.
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad es el Museo Histórico del Vudú de Nueva Orleáns.
Una razón más para visitar esta ciudad es el programa Louisiana Tax Free (Luisiana sin impuestos). A los turistas del extranjero les pueden ser reembolsados los impuestos que pagaron por sus compras dentro del estado de Louisiana. Debe guardar los recibos de sus compras, y se los pueden devolver en el aeropuerto antes de marcharse.
En su idiosincrasia, Nueva Orleáns ha adaptado la música de banda militar a los funerales, cuando en el cortejo que acompaña al difunto dicha música se mezcla a himnos religiosos y música triste. Tras ello, los dolientes regresan del cementerio al son del jazz, más alegre. Estos funerales con jazz son una atracción para los visitantes.
En el jazz de Nueva Orleans se detectan influencias de la música antillana, afro-americana, francesa y norteamericana. Son muy evidentes también las influencias latino-caribeñas. Más adelante también nació aquí el llamado Rhythm and blues, de gran influencia en el estilo Rock and roll. Otros estilos de música practicados en la ciudad son la música cajún, zydeco y delta blues.

GASTRONOMÍA, UN CAPÍTULO INTERESANTE
El lugar distinguido que ocupa Nueva Orleans en el mundo gastronómico se debe principalmente a las delicias de la cocina criolla. Esta es una feliz combinación de cocina francesa y española, enriquecida con especias y la sazón de recetas africanas y de los indios choctaw y de las tribus del oeste.
Un plato favorito es el jambalaya, un aromático cocido de arroz con camarones, carne de cangrejo, ostiones, tomate y jamón o salsichas. Otras recetas criollas muy apreciadas son: filete gumbo, tarta de langostinos, la clásica bouillabaise, café brulet, sopa de quimbombó y beignets para el desayuno
Los lunes por la noche generalmente se come arroz con frijoles rojos.

UN PASEO POR LA CIUDAD
Nueva Orleáns tiene muchas atracciones turísticas interesantes. En la arquitectura también se aprecia el estilo colonial. El mayor recuerdo de esta época es el Barrio Francés, French Quarter o Vieux Carré. Es el barrio antiguo de la ciudad y el más típico. Sus casas, casi siempre de dos plantas, en ladrillo español y hierro forjado, llaman mucho la atención. Junto a ellas hay múltiples comercios, pero también infinidad de restaurantes y clubes abiertos durante toda la noche que le dan al barrio el ambiente siempre festivo del que presume Nueva Orleáns.
El centro neurálgico del barrio es Jackson Square, una plaza llena de tiendas. Aquí se encuentra también el Cabildo, que es la antigua sede del gobierno español en la ciudad. Al lado podemos encontrar la Catedral de San Luís, un impresionante templo que ocupa el lugar de dos iglesias desaparecidas.
En los alrededores se pueden ver los Portalba Buildings, unas viviendas coloniales de inspiración parisina. The 1850 House, un museo, y el Presbytère, antiguo Palacio de Justicia. Además, se pueden visitar numerosas tiendas de antigüedades o el French Market, o tomar un café con leche o unas beignets en el Café du Monde.
Al caer la noche es visita obligada la Calle Bourbon, donde se prolonga la música y la fiesta hasta altas horas de la madrugada.
Otro barrio muy conocido es Garden District, repleto de bellas y señoriales mansiones y donde se encuentra el famoso cementerio Lafayette. En Nueva Orleans los cementerios son parte de los recorridos turísticos dada su arquitectura. El más antiguo es el número 1 de Saint Louis, en el que se encuentra la tumba de Marie Laveau, conocida en la ciudad como la Reina del Vudú. Aún hoy en día, numerosas personas se dirigen hasta su tumba para pedirle deseos marcando tres cruces en la piedra o para solicitarle consejo a través de prácticas de vudú. Curiosamente, mucha gente cree que en realidad no está enterrada en este lugar, sino en el cementerio número 2.
Otros lugares de visita son la Universidad, el Aquarium, el Convento de las Ursulinas, la Beauregard-Keyes House, o los numerosos museos, entre los que están el Centro de Arte Contemporáneo, el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial y la Historic New Orleans Collection.
Quizás la mejor época del año para visitar Nueva Orleáns sea durante el Mardi Gras, el Carnaval, que se celebra igual que en el resto del mundo justo antes de empezar la Cuaresma cristiana pero que, en este caso, está precedido de bailes y desfiles que comienzan el 6 de enero. En este periodo, toda la ciudad se entrega a un frenético clima de excitación, con desfiles de disfraces, festivales, espléndidas fiestas privadas, música y bailes públicos.

LA REGIÓN CAJÚN
Los cajún, acadios que emigraron de la Nova Scotia canadiense a mediados de la década de 1700, se establecieron en el oeste de Louisiana y allí desarrollaron una cultura única. Esta es una región fascinante, de alegre música cajún, bailes y canciones.
El visitante encontrará cultura cajún en Lafayette, New Iberia, St. Martinsville, Opelousas y muchas otras ciudades pequeñas de la comarca, unos 200 kilómetros al oeste de Nueva Orleans. Los cajún celebran sus tradiciones en el Festival Acadio, que se realiza en Lafayette en septiembre.
Nueva Orleáns siempre ha sido una de las ciudades más visitadas de los Estados Unidos, aumentando esta tendencia a lo largo del último cuarto de siglo. Comparándola con otras ciudades norteamericanas, aparte de ser una urbe muy agradable de visitar, es realmente diferente. Puede decirse que en ella los europeos nos sentimos como en casa. Conocida por su liberalismo y como un centro de culturas alternativas dentro de los Estados Unidos, su encanto muy posiblemente se debe a que es una de las poquísimas urbes en la que aún pueden contemplarse mansiones coloniales, en ella es posible callejear y, sobre todo, es lugar ineludible de cita para los amantes del buen jazz.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)