H O K K A I D O



UN MUNDO NATURAL
 
Ocupa el segundo lugar entre todas las islas del archipiélago japonés y está situada en el punto más septentrional del mismo. Cubre una extensión de 78.073 kilómetros cuadrados, equivalente a una quinta parte de la superficie total del país.
Desde el punto de vista turístico, Hokkaido es notable por el colorido de sus paisajes naturales, su fauna y su flora totalmente autóctona y, al margen del desarrollo de las industrias agrícolas, forestales y mineras, también destaca por el aspecto muy peculiar que reviste la industria pesquera, muy diferente del resto de Japón.
Hokkaido significa literalmente “Camino del mar del Norte” y está limitada en la parte más septentrional por el mar de Ojotsk y al sur por el estrecho de Tsugaru que la separa de la otra gran isla de Honshu, aunque permanecen unidas a través de un túnel ferroviario submarino.
Aunque siempre ha estado considerada como un lugar virgen e inhóspito por todos los japoneses, la isla comenzó a ser habitada debido a la superpoblación existente en otros núcleos del país. No obstante, sigue siendo la región menos poblada de todo Japón.
Desde tiempos inmemoriales, Hokkaido ha sido el hogar del pueblo ainu.

GEOGRAFÍA Y CLIMA
A miles de kilómetros del resto del mundo, uno de los aspectos más llamativos de esta isla es su relieve. En el centro se encuentran altas montañas de alrededor de 2.000 metros de altitud, la sierra Ishikari. La montaña Daisetsu es una concentración de altas montañas en la sierra. El monte Asahi de 2.290 metros el pico más elevado de Daisetsu y de Hokkaido. Hacia el sur de la sierra se extiende la cordillera Hidaka. Tanto la sierra Ishikari como la Hidaka suponen un fuerte obstáculo para el tráfico terrestre en la isla.
Hacia el norte se encuentran la sierra Kitami y la Teshio. En el este y el oeste existen muchas otras elevaciones y volcanes, algunos de ellos aún activos.
La isla también es pródiga en cursos fluviales, auténticos ríos de color verde esmeralda que descienden entre saltos rugientes y cascadas de gran belleza: Ishikari, Toyohira, Uryu, Teshio y Tokachi, por ejemplo.
Además, las erupciones volcánicas en el pasado geológico crearon lagos de caldera: Shikotu, Toya, Kussharo, Akan o Masshu. Todos ellos tienen aguas trasparentes y además acompañan a las aguas termales cercanas. Otro tipo de lagos son las lagunas cercanas al mar. Casi todas las lagunas han desaparecido en otras islas japonesas, pero en Hokkaido siguen existiendo debido a su corta historia de explotación.
Y toda esta geografía natural está salpicada por infinidad de bosques de robles, abetos, arces y hayas, constituyendo un paisaje realmente multicolor.
Por lo que hace referencia a su climatología, ésta resulta muy extrema, convirtiéndose en uno de los aspectos más relevantes de la isla. Hokkaido es conocida por sus veranos frescos y los inviernos completamente helados. Las temperaturas promedio en pleno verano pueden rondar los 20º como máximo, mientras que en invierno fácilmente se superan los -12º, dependiendo de la elevación y la latitud. La tendencia general de la isla es el aislamiento por tormentas de nieve que se traducen en bancos de nieves de larga duración.
A diferencia de otras grandes islas de Japón, Hokkaido no está normalmente afectada por la estación lluviosa de junio-julio y la falta de humedad y el clima relativamente cálido, pero no caluroso, hacen del verano una de las atracciones para el visitante.
Por supuesto, en invierno las nevadas y la abundancia de montañas convierten a Hokkaido en una de las zonas más populares para practicar deportes de invierno. Las grandes nevadas comienzan a principios de noviembre y centros de esquí como Niseki, Furano y Rusutsu están activos hasta el mes de abril.
En ésta época invernal, el pasaje del mar de Ojotsk se vuelve algo complicado por las grandes masas de hielo que se desprenden de la península de Kamchatka. Esto hace que haya un gran manto de hielo semejante a los que se encuentran en la parte finlandesa de la costa Báltica, a pesar de hallarse una veintena de grados más al sur.
Alejarse de las multitudes que habitan las restantes islas tiene un precio: llegar hasta Hokkaido desde Tokio precisa de muchas horas. Viajando en el Hokutose, un tren expreso con coche-cama, dura aproximadamente quince horas.
Otras vías de acceso son los vuelos de las compañías japonesas que conectan la isla con Tokio, Osaka y Fukuoka, y los servicios de transbordador desde Tokio a Tomakomai o Kushiro.

SAPPORO
La capital, es la ciudad más grande de Hokkaido y tiene alrededor de dos millones de habitantes, con un área total de territorio de 1.121 kilómetros cuadrados. Es una de las ciudades más modernas de Japón, pues su nacimiento data de finales del siglo XIX.
Fundada en 1869 tras la colonización de la isla durante la era Meiji, en sustitución de Hakodate. Por aquel entonces, las autoridades niponas tuvieron que recurrir a consejeros norteamericanos, quienes tuvieron gran influencia sobre la planificación urbana, el establecimiento de industrias, el estilo arquitectónico y los centros educativos.
Sapporo se encuentra rodeada por cadenas montañosas y pese a su crecimiento demográfico, mantiene amplias zonas verdes, tanto en el núcleo urbano como a las afueras. La vegetación y los hermosos parques caracterizan a esta ciudad. Cuenta con la nada despreciable cifra de 2.700 parques naturales, algunos tan importantes como el Jardín Botánico y el Shikotsu-Toya.
Debido a sus temperaturas más bajas que el resto de ciudades japonesas a causa de su clima continental húmedo, con continuas nevadas en los meses de invierno y tiempo suave en verano, siempre ha estado considerada como un destino turístico especializado en deportes de invierno.
Sapporo cuenta con una amplia oferta cultural y educativa. La universidad fue fundada por William S.Clark en 1876 como Escuela de Agricultura y es una de las siete universidades nacionales de Japón.
Interesante resulta visitar el museo Memorial Batchelor, situado en el Jardín Botánico, está ubicado en la casa que fue de John Batchelor, inglés estudioso del pueblo y la cultura ainu.

PARQUE NACIONAL SHIKOTSU-TOYA
Está situado al suroeste de la isla y a unos cuarenta kilómetros de Sapporo. Debe su nombre a los lagos Toya y Shikotsu, éste último es el más profundo de todo Japón. Se trata de un lugar de enorme atractivo natural, dado que posee numerosos volcanes (Tarumae, Eniwa y Showa-Shinzan), lagos volcánicos como los de Shikotsu, Toya y Kuttara, y los famosos balnearios de Noboribetsu. Sin olvidar sus calderas volcánicas, fuentes termales y los inmensos bosques que lo rodean. Se trata de un paraje realmente encantador.
Llegar hasta el parque de Shikotsu-Toya desde Sapporo en coche o autobús es realmente sencillo.

HAKODATE
Al sur de la isla y frente a Honshu, fue la primera capital de Hokkaido. En la actualidad ya no lo es, pero se la considera el núcleo histórico.
Cuatro horas de tren la separan de Sapporo y una hora y media de avión es la distancia desde Tokio.
La ciudad toma el nombre del monte sobre el que se asienta y, por supuesto, ascender a su cumbre es un paseo casi obligado. Para ello no hay que realizar demasiados esfuerzos. Simplemente acercarse hasta Jujigai y subir al teleférico que parte hacia la cumbre.
La fortaleza Goryokaku es la otra gran atracción de esta ciudad. Se trata de un fuerte de estilo occidental construido en 1857 por el shogun Tokugawa para proteger el norte de Japón de los posibles ataques rusos. Posteriormente fue ocupado por los guerreros samuráis, y en la actualidad se ha convertido en zona recreativa abierta al público.
La oferta hotelera no es muy amplia, pero cabe destacar que los servicios son muy cómodos y bastante económicos.

ABASHIRI
Bordeada por los lagos Akan y Mashu, esta ciudad resulta fantástica para pasear en bicicleta ya que es completamente llana y las flores adornan todos los caminos.
La cercana localidad de Ainou es famosa por el Festival de Esculturas de Hielo, que tiene lugar durante el mes de febrero y al que acuden participantes de todo el mundo. Se pueden observar desde las más fieles reproducciones de monumentos a las fantasías más alucinantes.
Como contrapartida, en el mes de julio se celebran las tradicionales fiestas del Fuego. Gigantescas hogueras se encienden en el pueblo para que todos dancen alrededor de ellas hasta el amanecer.

PARQUE NACIONAL DAISETSUZAN
Es el parque más grande de todo el país (2.320 kilómetros cuadrados), el más montañoso y uno de los mejor conservados.
Situado en el centro de la isla, el acceso más sencillo es, desde la ciudad de Asahikawa, distante unos cincuenta kilómetros.
Todo el parque está cubierto por una red de senderos para poder realizar excursiones y llegar a muchas de las cumbres que se hallan dentro de sus límites. Especialmente recomendable es la ascensión al monte Asahidake. Las amenazantes volutas de humo que emergen constantemente de su cráter le añaden un toque de emoción al paseo.
Es posible alojarse dentro del parque y, al mismo tiempo, disfrutar del atractivo extra que ha popularizado la región: las fuentes termales, que no faltan en ningún hotel y permiten bañarse al aire libre, siempre rodeados por un paisaje nevado.

PARQUE NACIONAL DE AKAN
Reducto natural situado al este de Hokkaido, tan llamativo como otros parques de la isla en cuanto a belleza paisajística. Pero, además, presenta una flora y fauna de inusual riqueza.
Para conocer este parque hay que viajar hasta Kushiro y, desde este punto, dirigirse hacia el sur por carretera. También se puede llegar en tren hasta la estación Kawayu.
Una vez en su interior puede resultar hasta divertido recorrerlo en bicicleta, pese a los desniveles del terreno.
Uno de los puntos de mayor interés es el lago Kutcharo-ko, el mayor lago volcánico de Japón. En sus orillas, durante el verano y el otoño, es posible admirar ejemplares de extrañas aves zancudas. En cambio, resulta imposible verlas en invierno porque las aguas se hielan casi en su totalidad, obligando a las aves a migrar.

LOS CISNES DE ODAITO
Odaito es un pequeño pueblo en el extremo noreste de Hokkaido, protegido de las aguas del estrecho de Nemuro por el amplio banco de arena de Notsuke.
Debe su fama a la llegada, todos los inviernos, de los cisnes cantores y los pigargos de Steller, una especie de ave zancuda que lleva el nombre de su descubridor.
Todo el paisaje costero es impresionante, salpicado de marismas, salinas y pantanos que, durante el verano, se convierten en la guarida de ánades y zancudas.

AINU : UNA ETNIA CON AUREOLA DE MISTERIO
Los ainu forman un pueblo de cazadores, pescadores y recolectores que habita Hokkaido desde hace más de dos mil años. Hasta hace muy poco vivían en pequeñas comunidades independientes y en armonía con la naturaleza. Los japoneses sólo se acercaban a la isla para comerciar con ellos, en realidad aborrecían venir a estas frías tierras, habitadas por gentes a las que consideraban salvajes.
Su origen resulta incierto, sus rasgos son de corte caucásico y la lengua que utilizan no tiene nada que ver con el japonés, el coreano o el manchú que hablan sus vecinos. La caza, recolección y pesca siempre fueron sus medios de vida. En primavera eran las mujeres y los niños quienes recolectaban tubérculos, verduras y setas. En verano los hombres echaban sus redes al mar para llenarlas de pescado y en otoño lograban atrapar los salmones que remontaban los ríos.
El culto al oso siempre ocupaba un lugar importante en su religión. Durante los primeros meses del año, los hombres partían a los bosques para capturar oseznos y luego entregarlos a las mujeres, quienes los cuidaban como si se trata de hijos propios. Cuando llegaban a edad adulta, los mataban para comérselos y, al mismo tiempo, para que sus almas llevasen el mensaje de fidelidad humana a los dioses de la montaña, celebraban fiestas y los cadáveres eran honrados con ofrendas.
Al filo de 1869 el gobierno japonés comenzó a colonizarlos, primero envió a samuráis rebeldes, luego mandó a técnicos extranjeros que aplicaran el modelo de colonización norteamericana a base de explotaciones agrícolas, instalaciones mineras y pesqueras… hasta que poco a poco fue menguando su población. En la actualidad sobreviven en pequeños reductos y se han convertido por culpa del turismo en una atracción exótica.
Vaya donde vaya, a lo largo y ancho de todo el archipiélago japonés, y de una forma especial en este rincón muy desconocido de Hokkaido, el visitante siempre es recibido con una sonrisa y una ceremonial reverencia. Pero eso sólo será la introducción a un país cuyas tradiciones rezuman tanta riqueza como belleza sus paisajes.

(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)