RÍO CONGO



UNO DE LOS MAYORES RÍOS DEL MUNDO

Un mundo tenebroso, como citó el periodista Henry Morton Stanley en sus narraciones, donde el hombre blanco, pese a lo que pueda llegar a creerse, apenas si desempeña un pequeño papel. Una selva impenetrable, extraña e inquietante, donde lo único importante es sobrevivir. El hábitat de buena parte de la fauna salvaje del continente africano. Centenares de afluentes que nutren sus aguas formando un laberinto de vegetación. Un rio cargado de mitos y leyendas, algunos de los cuales han terminado por excitar la imaginación de muchos aventureros y escritores de otras épocas. Una región africana donde fluyen las sensaciones a casa paso. Todo eso y mucho más a lo largo y ancho del caudal del río Congo, uno de los más largos y profundos del mundo.
Diogo Câo fue uno de los más destacados navegantes lusitanos del siglo XV, al servicio de Juan II de Portugal, recordado especialmente por haber realizado dos viajes de descubrimiento en la costa occidental africana, siendo el primer europeo en avistar el río Congo y explorar la costa entre el cabo de Santa Catalina y el cabo Cross, casi desde el Ecuador hasta la bahía de Walwis, en la costa actual de Namibia.

LA GRAN AVENTURA DEL DESCUBRIMIENTO
Ya en el siglo XIX se retomaron los viajes de descubrimiento. La cuenca alta del Congo corre al oeste desde el Rift Albertino, aunque su conexión con el Congo permaneció desconocida hasta 1877. El extremo noreste de la cuenca se alcanzó por la expansión nilótica en algún momento entre los siglos XV y XVIII, por los antepasados de los habitantes de Luo meridional del pueblo Alur. Francisco de Lacerda, siguiendo el río Zambeze logró llegar en 1796 a la parte más alta de la cuenca del Congo (al reino de Kazembe, en la parte superior de la cuenca del río Luapula).
La exploración europea continuó con el intento británico de James Kingston Tuckey que en 1816 trató de remontar el Congo hasta su desembocadura, logrando avanzar 480 kilómetros río adentro, pero no llegó a superar las cataratas Livingstone que frenaron su avance. El Congo superior, conocido como Lualaba, se alcanzó por primera vez por esclavistas árabes en el siglo XIX. La localidad de Nyangwe fue fundada como puesto de avanzada de los traficantes de esclavos hacia 1880.
Nadie podía imaginar que el Lualaba, que avanzaba implacablemente en dirección norte y el Congo que corría hacia la parte suroccidental hasta desembocar en el Atlántico, después de atravesar la mitad del continente, fueran el mismo río. Se pensaba que el primero podía formar parte de la corriente principal del Nilo, esta tesis era defendida entre otros por el explorador David Livingstone, que recorrió el Lualaba en su expedición de 1866, mientras que el segundo fue confundido con la desembocadura del río Níger por el explorador y naturalista Mungo Park, que entre finales del siglo XVIII y principios del XIX recorrió el río Níger.
Livingstone fue el primer europeo en llegar Nyangwe en 1871 y se propuso demostrar que el Lualaba conectaba con el Nilo, pero el 15 de julio fue testigo de la masacre de unos 400 africanos por esclavistas árabes, Una experiencia que le dejó horrorizado y acabó de disuadirle de continuar su misión de encontrar las fuentes del Nilo, por lo que volvió de nuevo al lago Tanganyka.
El curso medio del Congo permaneció sin explorar, tanto desde el este como por el oeste, hasta la expedición de 1876-1877 de Henry Morton Stanley. En el momento era uno de las últimas preguntas abiertas de la exploración de África o del mundo entero, la cuestión de si el río Lualaba alimentaba al Nilo, el Congo o incluso el Níger. Financiada en 1874, la primera exploración trans-africana de Stanley comenzó en Zanzíbar y alcanzó el Lualaba el 17 de octubre de 1876. Por tierra llegó a Nyangwe, el centro de una zona sin ley en la que había tribus de caníbales y en la que Tippu Tip desarrollaba el comercio de esclavos. Stanley logró contratar a una fuerza del Tippu Tip para protegerlo en los siguientes 150 kilómetros o al menos durante 90 días. La partida dejó Nyangwe por tierra a través de la densa selva Matimba. El 19 de noviembre llegaron al Lualaba de nuevo. Dado que ir por la selva era demasiado pesado, Tippu Tip dio la vuelta con su partida el 28 de diciembre, dejando a Stanley por su cuenta, con 143 personas, entre ellos ocho niños y dieciséis mujeres. Tenían 23 canoas.
Su primer encuentro con una tribu local fue con los caníbales wenya. En total Stanley llegó a informar de una treintena de encuentros hostiles en el río, algunos violentos, a pesar de que intentó siempre negociar una travesía pacífica por sus tierras. Pero las tribus eran desconfiadas y cautelosas ya que su única experiencia con extranjeros era con los traficantes de esclavos, y no podían entender el motivo de la exploración.
El 6 de enero de 1877, después de 640 kilómetros, llegaron a las cataratas Beyona (llamadas cataratas Stanley durante algún tiempo después), un total de siete cataratas en un tramo de un centenar de kilómetros, las cuales tuvieron que pasar por tierra. Les llevó hasta el 7 de febrero llegar al final de las cataratas. Fue aquí donde Stanley se enteró de que el río se llamaba Yacongo, lo que demostraba que habían llegado al Congo y que el Lualaba no alimentaba el Nilo.
A partir de este punto, no encontraron más tribus caníbales, pero sí con armas de fuego, al parecer resultado de la influencia portuguesa. Unas cuatro semanas y 1900 kilómetros más tarde llegaron a Stanley Pool (ahora Malebo Pool), el lugar en el que se encuentran las actuales ciudades de Kinshasa y Brazzaville. Aguas abajo llegaron a las cataratas Livingstone (mal llamadas Livingstone porque nunca estuvo en el Congo), una serie de 32 descensos y rápidos con una caída de 270 metros en más de 350 kilómetros.
El 15 de marzo comenzaron el descenso de las cataratas que les llevó cinco meses, costándoles numerosas vidas. Desde las cataratas Isangile, cinco caídas desde el pie, vararon las canoas y el Lady Alice y dejaron el río, con el objetivo fijado en alcanzar el puesto de avanzada portugués de Boma a través de tierra. El 3 de agosto llegaron a la aldea Nsada. A partir de ahí, Stanley envió cuatro hombres de avanzada con cartas a Boma, pidiendo comida para su gente que estaba muriendo de hambre. El 7 de agosto llegaron auxilios, siendo enviados por representantes de la firma comercial de Liverpool Hatton & Cookson. El 9 de agosto llegaron a Boma, 1001 días después desde que habían salido de Zanzíbar. La partida consistía entonces en 108 personas, entre ellas tres niños nacidos durante el viaje. Lo más probable (las propias publicaciones de Stanley dan cifras inconsistentes) es que se perdieran 132 personas por enfermedad, hambre, ahogamiento, muerte y deserción.
Kinshasa fue fundada como puesto comercial por Henry Morton Stanley en 1881 y nombrada Leopoldville en honor a Leopoldo II de Bélgica. La cuenca del Congo fue reclamada por Bélgica como Estado Libre del Congo en 1885.
Los belgas, en la época en que fueron potencial colonial en África, superaron en crueldad a todos sus competidores europeos, tanto alemanes, como franceses e ingleses.

GEOGRAFIA
El río Congo tiene su origen en las montañas del valle del Gran Rift en África Oriental, como los lagos Tanganyka y Moero, que alimentan el río Lualaba, el cual se convierte en el Congo por debajo de las cataratas Boyoma.
El río Chambeshi, en Zambia, está considerado como la fuente del Congo, según el criterio frecuente de la fuente más alejada de la boca, como es el caso del Nilo.
El Congo discurre en general en dirección oeste a partir de Kisangani, justo debajo de las cataratas, después poco a poco vuelve al sur-oeste, pasando por Mbandaka, uniéndose con el río Ubangi y precipitándose en el lago Malebo.
Las ciudades de Kinshasa (anteriormente Lepoldville) y Brazzaville están ubicadas en las márgenes opuestas del río en el lago Malebo. A partir de este punto, el Congo se contrae y desciende a través de una serie de cataratas creadas por profundos cañones y conocidas colectivamente como cataratas Livingstone. A continuación, corre en dirección a Matadi y Boma, y finalmente desemboca en el océano Atlántico en el pequeño pueblo de Muanda.
El río Congo en su mayor parte tiene una profundidad entre 20 y 30 metros, aunque en un tramo en el curso bajo llega a alcanzar una profundidad superior a los 230 metros.
Tradicionalmente, el Congo se ha dividido en los siguientes tramos:
  • Cabecera: el río Lualaba - de la fuente a Kisangani, donde terminan las cataratas Boyota, considerado como el cuso superior, con 1800 kilómetros. El río es a menudo estrecho, tortuoso y cortado en cascadas o rápidos a causa de las montañas y mesetas que atraviesa. Discurre siempre en dirección norte.
  • Curso medio: Comprende el Alto Congo y el Medio Congo. En este recorrido de 1700 kilómetros aproximadamente, el rio gira hacia el oeste, formando una gran curva y atraviesa la inmensa llanura central del país. Su recorrido es pausado y está sembrado de islas y bancos de arena. Su anchura puede llegar hasta los 25 o 30 kilómetros, en Makanza, formando una red junto a sus afluentes, de unos 13.000 kilómetros de vías navegables.
  • Alto Congo, que va desde Kisangani hasta Mbandaka
  • Medio Congo, desde Mbandaka a Brazzaville-Kinshasa
El curso inferior o Bajo Congo, desde Brazzavlle-Kinshasa hasta la desembocadura, se divide en dos partes:
·         De Kinshasa a Matadi (350 kilómetros) el río atraviesa los montes de Bangu, también denominados montañas de Cristal y tiene 32 cascadas que hacen la navegación imposible.
·         De Matadi al océano Atlántico (137 kilómetros) el río calmado permite remontar los barcos del mar. Entre Boma y Banana, islas bajas y pantanosas dividen el río en múltiples brazos.

Las principales islas son: Esumba, Sumba y M’Bamou
Y los principales núcleos de población se encuentran en: Boma, Brazzaville, Kinshasa, Kisangani, Matadi, Mbandaka y Bumba.

IMPORTANTE CAPÍTULO DE FAUNA
La selva del Congo está considerada la segunda más importante del mundo, después del Amazonas. La vida animal es, por tanto, abundante y variada, con importantes poblaciones de especies en peligro de extinción, como los gorilas de montaña y los gorilas de costa. Entre los grandes mamíferos destacan el elefante de selva (Loxodonta cyclotis), y los okapi (Okapia johnstoni), al margen de los felinos habituales en zonas selváticas. Los reptiles son numerosos y figuran mambas, pitones y cocodrilos. Las especies de anfibios, reptiles e insectos son muy numerosas y muchas aún son desconocidas. Abundan los insectos, sobre todo las hormigas, termitas y mosquitos, como el mosquito Anopheles, anfitrión del parásito de la malaria; Otro insecto portador de enfermedades infecciosas, que se todo en las zonas de tierras bajas, es la mosca tsetsé, que propaga la enfermedad del sueño.
Considerado como el segundo más caudaloso y profundo del mundo y el segundo más largo del continente (después del Nilo), su nombre se cree que proviene del Reino del Congo, uno de los estados subsaharianos más importantes antes de la llegada de los colonizadores.
Proporciona un entorno tropical que soporta miles de especies en su cuenca de aproximadamente 4,01 millones de kilómetros cuadrados, conectando los países de Congo, República Democrática del Congo, Ruanda, Burundi, Angola,  Camerún, República Centroafricana, Zambia, Tanzania y Gabón. Si bien en algunos la cuenca apenas penetra, se calcula que su longitud es de aproximadamente 4,700 kilómetros que transportan 41.000 metros cúbicos de agua por segundo. Al mismo tiempo, la cuenca del Congo reserva la cuarta parte de las selvas tropicales del mundo, encontrándose diferentes ecosistemas: rí­os, selvas, sabana, pantanos… Su figura serpentea ligeramente y cruza dos veces el Ecuador. Se trata, sin duda alguna, de todo un coloso, uno de los mayores ríos del mundo.

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